lunes, 1 de agosto de 2011

Camino por el callejón que da a mi casa detrás de tres chicas.
Una de ellas comienza a decir que tiene una amiga que vive al final de la calle, en una de estas casas antiguas pero que por dentro estan nuevas porque las han arreglado y dice que son muy bonitas y que no te imaginas cómo son, con los techos muy altos y con unos patios que no se ven desde la calle pero que son preciosos y enormes. No esta muy segura pero cree que vive en esa esquina.
Soy yo! Habla de mi! Estoy casi segura asi que acelero y me giro para verle la cara, con cuidado y discreción... no la conozco de nada, jamas la había visto ni había hablado con ella.
Debe conocer a alguien que me conoce, alguien le dijo eso que yo digo, se lo he contado a varias personas.
No es que mienta, lo que ha dicho es literalmente cierto, de mi boca ha salido exactamente igual. Es sólo que no nos conocemos, no somos amigas, quiza ni siquiera lo sea mucho de esa persona común que se lo ha contado a ella porque doy por hecho que esa es la explicación.
Lo que dices deja de ser tuyo en el preciso momento en que acabas la frase.

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